Algunos jóvenes se unen al tercio por miedo al apetito, o forzados por alguna ley. Los menos, nacen y crecen en un campamento, sin más estímulo en sus vidas que pasar de Mochilero a Quinto. En cualquier caso, para los mandos de los Morados Viejos, el Quinto es el unto que mantiene la maquinaria del ejército en funcionamiento.